En el vasto y variado paisaje de Sudamérica, el guanaco (Lama guanicoe) se erige como un símbolo de adaptación y resistencia. Esta especie es el más grande en estado salvaje del continente, ha cautivado a científicos y conservacionistas por su habilidad para prosperar en algunos de los entornos más extremos del planeta.
Desde el ardiente desierto de Sechura y Atacama hasta las gélidas alturas de la isla Navarino, el guanaco ha demostrado una capacidad asombrosa para adaptarse a una amplia gama de hábitats. Pero, ¿cómo ha logrado esta especie manejar las presiones del medio ambiente y las intervenciones humanas a lo largo de los milenios?
Un reciente estudio en el Lab. de la Dra. Juliana Vianna de la PUC, que fue publicado en la revista Genome Biology and Evolution, ha proporcionando importantes hallazgos mediante el análisis de 38 genomas de guanacos, que abarcan desde el desierto de Sechura y Atacama hasta Tierra del Fuego. Esta investigación ha permitido examinar la diversidad genómica dentro de esta especie, así como identificar las diferencias genéticas que han surgido en respuesta a las variaciones en su entorno.
Los resultados fueron significativos: las subespecies de guanacos divergieron aproximadamente hace 800,000 años, con distintas trayectorias demográficas que reflejan su expansión hacia el sur del desierto de Atacama y su posterior adaptación a condiciones extremas.
Además, se observó que los guanacos patagónicos han sufrido reducciones significativas en el tamaño efectivo de su población, probablemente debido a los impactos antropogénicos como la caza y la alteración de su hábitat. Sorprendentemente, las poblaciones en los límites más norteños y occidentales presentan los menores niveles de diversidad genética, lo que podría implicar una mayor vulnerabilidad ante futuros cambios ambientales.
La diversidad genómica adaptativa, es decir, aquellas características genéticas que han permitido a los guanacos sobrevivir y florecer bajo condiciones adversas, mostró una fuerte correlación con las variables ambientales. Esto subraya la impresionante capacidad de estos animales para no solo colonizar nuevos territorios, sino también para adaptarse a ellos de manera efectiva.
Este estudio enriquece nuestro entendimiento de la evolución del guanaco, y además también subraya la importancia crítica de proteger estas poblaciones únicas. Conocer su historia genética contribuye a planificar mejor su conservación, asegurando que futuras generaciones puedan también maravillarse con su resistencia y belleza.